UNA FORMA DE LLAMARME
si alguien no te llama
si no te llamas
desde muy dentro fuera
si nadie te ha llamado
mejor no digas
no esperes
no te nombres
si no te asiste nadie
por dentro fuera
si no te asiste el pan
alba romero río
una vertiente ayer
toda la vida
entonces cara
ni voz
ni silla
ni presencia tienes
si no la quieres
y evades fuego y nombre
la virazón el día
nada puedes hacer
ni respirar siquiera
pero cuando
desde muy dentro
te llamas
te han llamado
entonces naces
tiendes tu mano
la palabra
estás presente
al sol
entre los hombres
en la esperanza
la donación y el aire
si no te llamas
desde muy dentro fuera
si nadie te ha llamado
mejor no digas
no esperes
no te nombres
si no te asiste nadie
por dentro fuera
si no te asiste el pan
alba romero río
una vertiente ayer
toda la vida
entonces cara
ni voz
ni silla
ni presencia tienes
si no la quieres
y evades fuego y nombre
la virazón el día
nada puedes hacer
ni respirar siquiera
pero cuando
desde muy dentro
te llamas
te han llamado
entonces naces
tiendes tu mano
la palabra
estás presente
al sol
entre los hombres
en la esperanza
la donación y el aire
Edgar Maldonado Bayley. Poeta, ensayista y dramaturgo argentino, nacido en Buenos Aires en
1919. Se sintió atraído en un principio
por las técnicas y las ideas vanguardistas, a las que dio cabida y
difusión a través de la revista literaria Arturo (1944),
prestigiosa publicación austral en cuya fundación intervino de forma
activa. Entre sus libros de poemas
sobresalen algunos títulos tan significativos en la evolución de la
lírica argentina contemporánea como Invención 2 (1945), En común (1949), La vigilia y el viaje (1951) y El día (1968). En 1976, Edgar Bayley recogió todos estos poemarios y, con el añadido de un título hasta entonces inédito (Celebraciones), los dio a la imprenta bajo el epígrafe genérico de Obra poética. Recopiló sus ideas e impresiones acerca de la lírica en un volumen
ensayístico titulado Realidad interna y función de la poesía
(1952). Además de estos títulos, Edgar Bayley también publicó algunas
piezas teatrales dignas de consideración (aunque bien es verdad que
menos relevantes que sus colecciones de versos). Entre estas obras
dramáticas, cabe recordar las tituladas Farsa de primavera (1951) y Dulioto (1953).Falleció en 1990.
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